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Raíces para un futuro verde

Restauración en el Rancho El Uno 

Recuperamos hábitats degradados y contribuimos a reestablecer el equilibrio ecológico

Recuperamos hábitats degradados y contribuimos a reestablecer el equilibrio ecológico

Mediante intervenciones en el terreno, favorecemos la sobrevivencia de la reforestación y se promueve la regeneración natural del suelo y la vegetación

Mediante intervenciones en el terreno, favorecemos la sobrevivencia de la reforestación y se promueve la regeneración natural del suelo y la vegetación

La reforestación ayuda a controlar la erosión del suelo, a captar y conservar agua. Las raíces de las plantas lo estabilizan, reduciendo así la pérdida de la capa fértil y favoreciendo la infiltración de agua

La reforestación ayuda a controlar la erosión del suelo, a captar y conservar agua. Las raíces de las plantas lo estabilizan, reduciendo así la pérdida de la capa fértil y favoreciendo la infiltración de agua

Acerca del Rancho el Uno
Rogelio Molina Freaner recarga la mano izquierda en un alambre de púas y, con la derecha, se apoya sobre un poste del cerco que rodea 200 hectáreas del Rancho El Uno, en el ejido Ignacio Zaragoza, en Cananea, Sonora. Desde ahí observa el paisaje que durante años fue usado para el pastoreo de ganado. Biólogo de profesión, Rogelio participa en un proyecto de reforestación en colaboración con Grupo México para recuperar un terreno agotado por décadas de uso continuo.

La tierra, antes productiva, fue perdiendo fuerza hasta mostrar signos claros de sobreexplotación. El cerco donde se detiene marca una frontera evidente: a un lado, el suelo tal como se encontraba cuando se realizó el diagnóstico; al otro, el avance de la reforestación que se impulsa desde los Viveros de Grupo México para devolverle humedad, estabilidad y capacidad de infiltración. En este proceso, los viveros han entregado y sembrado  200 mil plantas —pinos, encinas y yucas, principalmente— que hoy se establecen en el terreno como los primeros pasos hacia su recuperación.

Testimonios

Las acciones que hacen posible la restauración

Preparar el terreno

El primer paso para restaurar el área fue delimitar y proteger 200 hectáreas con un cerco perimetral. Esta acción permitió detener el sobrepastoreo que había degradado el suelo durante décadas y dio a la tierra la oportunidad de recuperarse. Con este resguardo, especialistas y trabajadores del ejido Ignacio Zaragoza iniciaron la evaluación del terreno y definieron las zonas más afectadas, donde la compactación impedía que el agua infiltrara y que la vegetación se regenerara por sí sola.

Renovar la filtración de agua

Una vez delimitado el predio, el equipo realizó trabajos de movimiento de tierra con maquinaria especializada, aplicando técnicas como el riper y la construcción de terrazas individuales. Estas intervenciones rompieron la costra superficial formada por años de uso ganadero y permitieron que el agua de lluvia volviera a filtrarse en profundidad. Al mejorar la humedad del terreno, se generaron condiciones más favorables para el arraigo de nuevas plantas y para que la vegetación natural comenzara a recuperarse.

Reforestación con plantas nativas

En la etapa final del proceso, se inició la siembra de 200 mil plantas nativas, producidas por Grupo México. Entre ellas se encuentran encinos, pinos, yucas y otras especies propias del ecosistema local que históricamente formaban parte del paisaje de la región. Cada planta se selecciona y se distribuye según las características del terreno, lo que garantiza una mayor probabilidad de supervivencia y una recuperación más integral del ecosistema. Este trabajo es posible gracias a la colaboración entre especialistas, viveristas y habitantes de la comunidad, quienes participan directamente en la restauración del territorio.

Este proyecto es reflejo de nuestro compromiso con la preservación y recuperación de los ecosistemas, una producción pecuaria sustentable, la creación de empleos y la colaboración estrecha con las comunidades cercanas.

200

hectáreas reforestadas

200

mil plantas de especies forestales nativas

192

mil metros de rippeo

6.5

km cercados

200

mil cepas preparadas

200

mil terrazas individuales construidas

DESARROLLO QUE IMPULSA A LAS COMUNIDADES

  1. La recuperación del ecosistema

A dos años del inicio del proyecto, las 200 hectáreas intervenidas comienzan a mostrar señales claras de recuperación: el suelo retiene más humedad, la infiltración del agua ha mejorado y la vegetación empieza a regenerarse de forma natural en zonas donde antes no crecía nada. La combinación del manejo del terreno y la reforestación con especies nativas está devolviendo estabilidad ecológica a un espacio que durante décadas sufrió erosión y sobrepastoreo.

2. Un modelo de restauración

El proyecto ha generado 192 empleos temporales en la comunidad del ejido Ignacio Zaragoza, permitiendo que habitantes de la región participen directamente en la recuperación de su propio territorio. Este trabajo en campo no solo reactiva la economía local, sino que también transmite conocimientos sobre prácticas de manejo sostenible que las y los productores pueden replicar en otras áreas. La restauración se convierte así en una oportunidad para fortalecer la relación de la comunidad con la tierra.

3. Un esfuerzo replicable

La siembra de 200 mil plantas y la rehabilitación de 200 hectáreas demuestran que la restauración ecológica es posible cuando existe colaboración entre propietarios, especialistas y proyectos ambientales como Viveros México. Este caso no solo recupera un predio específico: establece un modelo que puede aplicarse en otras regiones afectadas por el sobrepastoreo, la erosión o la pérdida de vegetación. Rancho El Uno se convierte en un ejemplo de cómo la ciencia, el manejo adecuado del territorio y el compromiso comunitario pueden devolver vida y productividad a un ecosistema.

 

Uno de los ejes prioritarios del quehacer de nuestra empresa es la protección y fomento de la Biodiversidad, en donde nos concentramos en conocerla, entenderla y promoverla, así como fomentar la provisión continua de los servicios ecosistémicos en el entorno de nuestras operaciones.